Caí en cama con fiebre y decidí ayunar un par de días.
Me di cuenta que no he publicado nada sobre el ayuno y encontré este texto que alguna vez escribí, al respecto.
¡Espero que les sea de utilidad!
Antes de comenzar a leer, debo decir que he aprendido que el ayuno sólo debe iniciarse cuando el cuerpo lo pide. Cuando no tenemos deseos de comer y tenemos la posibilidad de estar tranquilos, en silencio, permitiendo que nuestro cuerpo se sane.
Los ayunos forzados no los recomiendo, a menos que se trate de algún caso de enfermedad crítica y sea de los últimos recursos que queden para curarla.
Me tomó varios años superar las barreras mentales que me hacían creer que ayunar era una locura más de todas las que se andan transmitiendo por ahí... Ahora veo cómo tantas antiguas "locuras" son parte de mi vida y el practicarlas me generan un montón de beneficios físicos y emocionales.
Saludos a todos y SALUD!!
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El ayuno es más que simplemente abstenerse de
comer, es una herramienta muy poderosa para curar y fortalecer el cuerpo.
Durante un ayuno, el cuerpo va a comenzar
a deshacerse de las toxinas acumuladas en él durante años. Es por esta razón
que el ayuno se recomienda para sanar de
cualquier malestar o enfermedad que se padezca, incluyendo cánceres en
estado avanzado.
Desde que nacemos nuestro cuerpo recibe sustancias tóxicas provenientes de los
alimentos que comemos, del aire que respiramos, los líquidos que bebemos, las
drogas que consumimos, y hasta de nuestras propias crisis emocionales. Cuando
uno deja de comer, el organismo recibe el mensaje y ve la oportunidad de
aprovechar toda la energía que siempre utiliza en la digestión, para empezar a limpiar los diferentes órganos
depuradores, los tejidos, músculos, huesos, nervios, linfa y sangre. A penas tiene la oportunidad de limpiar,
comienza a hacerlo.
Debido a lo anterior, en los ayunos se producen diversos dolores y reacciones
desintoxicantes, tales como un aumento grande de mucosa, diarrea, dolores de
cabeza, de espalda, dolores en las piernas,
gases, lágrimas, etc. Es necesario comprender que estos síntomas son
positivos. Son señales que indican que el organismo se está limpiando, para más tarde
comenzar a sanar.
Existen varios tipos de ayuno, de varios días. Se
recomienda siempre, antes de empezar cualquier ayuno, dedicar un par de semanas
previas a comer alimentos livianos, frutas y verduras crudas, porque si no, la
desintoxicación será muy brusca, las incomodidades intolerables y nuestros
órganos se llevarán demasiado trabajo.
Es posible partir con ayunos de 1 o 2 días y luego ayunar 1 vez a la
semana. Puedes elegir un día de ayuno, en que vayas a estar tranquilo, sin
mucho trabajo, y en condiciones emocionales estables y de contención,
idealmente durante la primavera o el otoño, eligiendo :
-Tomar sólo agua.
-Tomar sólo jugos naturales de fruta.
-Tomar sólo jugos naturales de vegetales.
-Fruta cruda.
-Vegetales crudos.
No es bueno mezclar jugos de frutas con verduras (aunque ayunos de batidos verdes ha beneficiado a muchas personas), ni comer alimentos cocinados.
Las opciones de ayuno largos y con cambios y
beneficios a la salud increíbles, son:
1.Ayuno de
Agua:
Puedes ayunar entre 1 a 40 días, tomando al menos 2 litros de agua.
Expertos en ayunos recomiendan un ayuno de sólo
agua durante 10 días. En este tiempo se baja de peso la misma cantidad que en
un ayuno de jugos de 30 días. El agua agiliza la limpieza del cuerpo
agresivamente, removiendo toxinas muy rápido.
Al hacer este ayuno se debe tomar agua destilada, porque es la única que
no carga al cuerpo con minerales extra ni toxinas.
Este es el ayuno que trae beneficios lo más rápido posible, así como el nivel
de las crisis de depuración. Las únicas
excepciones para realizar este ayuno son personas con hiper o hipoglicemia,
esquizofrenia, problemas crónicos al corazón, o estados muy deplorables de
riñones, hígado, pulmones e intestinos.
2. Ayuno
de limpieza Master: éste se realiza tomando una mezcla de jugo de limón
natural, agua y algún endulzante natural.Es el ayuno intermedio entre jugos y agua y es
más fácil de realizar que un ayuno de agua, ya que se siguen incorporando
nutrientes y energía a partir de la glucosa y el limón. Dicen que es excelente para limpiar el
colon.
3. Ayuno
de Jugos: tomando sólo jugos de frutas naturales o sólo de vegetales
frescos (nunca mezclarlos), tu energía se mantiene alta, porque recibes
suficientes nutrientes mientras depuras, por lo que puedes realizar tu vida de
manera común, mientras se ayuna. Además, los jugos son fáciles de asimilar, por
lo que nuestro cuerpo no pierde mucha energía en su digestión.
Los expertos recomiendan un ayuno de jugo durante
30 días, para alcanzar a obtener la limpieza necesaria que renueve nuestras
células y sane los diversos trastornos de salud que tengamos.
En condiciones de hipoglicemia, diabetes,
hipotiroidismo, mal funcionamiento de riñones, se recomienda cada ciertas horas
comer pequeñas rebanadas de plátano o alguna fruta densa, entre medio de los jugos, para
mantener los niveles de azúcar y reducir la velocidad de la depuración.
Después de un ayuno prolongado es primordial
volver a comer incorporando alimentos sólidos muy lentamente. Tu cuerpo ya se
acostumbró a un proceso largo, y salir de él debe hacerse con cuidado y
paciencia. Se recomienda salir del ayuno tomando jugos de frutas, batidos,
frutas y verduras crudas, y por último, alimentos más sólidos o pesados, tras
varios días, pero siempre alimentos saludables, no refinados ni animales.
Luego de un ayuno, ojalá ayunar una vez al mes para mantener la limpieza
interna.
Beneficios de Ayunar
y datos para tener presente
Claridad mental
Rápida y sana disminución del peso
Armonización del sistema nervioso
Aumento de la energía y de la percepción
sensorial. Mientras más largo el ayuno, mayor el aumento de energía y vitalidad
Los órganos se revitalizan
Piel más limpia, suave y tersa
Mayor facilidad de movimiento
Respiración más profunda y libre
Sanación del sistema digestivo
Se liberan y potencian los sentidos del gusto,
olfato , audición y tacto
Desintoxicación física completa. Nuevas células
llenas de vida
Liberación de alergias y padecimientos “crónicos”
La purificación física de un ayuno siempre es
acompañada de una purificación mental. A veces puede traer mucha ira y negatividad como
respuesta a apetitos emocionales distraídos con la comida. El ayuno descarga
esas necesidades insatisfechas y la mejor manera de tratar con esa limpieza
interna es simplemente observando y dejando que ocurra. Trata de ver tu
negatividad imparcialmente, como observador. Todo pensamiento negativo tiene su
polaridad positiva escondida. Al observarlo hacemos que ella brote alcanzando un equilibrio en nuestra
conciencia.
El
Ayuno es un proceso de mucha sensibilidad en todos los niveles: es importante
estar en lugares tranquilos y silenciosos, y al concluirlo, debemos quebrar el
ayuno lentamente, comenzando con agua de limón o con jugo de frutas,
para ir gradualmente incorporando el resto de los alimentos más difíciles de
digerir hasta llegar a las semillas y granos, si son parte de tu dieta.
Si tu
alimentación ha incluído por mucho tiempo azúcar, carne u otros productos
acidificantes, debes poner énfasis en la preparación. Esto significa, ir algunas semanas previas, comiendo más sano, dejando los alimentos refinados y de origen animal, por más frutas y verduras crudas. Y comenzar el ayuno sólo cuando tu cuerpo lo pide (a menos que se trate de casos de extrema urgencia, enfermedades avanzadas). Esto sucede cuando no sentimos hambre. En esos casos, aprovechar el vuelo y dejar de comer, es la mejor opción que podemos elegir, siempre que estemos en condiciones para hacerlo. Nunca en medio de semanas de trabajo o cargas académicas fuertes.
Además, si deseas hacer
una limpieza profunda necesitarás hacer permanente los cambios dietéticos e
incluir ayunos periódicos. Una vez que hayas limpiado efectivamente tu organismo,
tu tolerancia a la mala alimentación será muy baja, porque cuando nuestro
cuerpo se acostumbra a un combustible de alto grado no acepta alimentos pesados o la basura que alguna vez
disfrutamos. Personalmente, me he dado cuenta que muchas veces que he vuelto a
comer algún tipo de alimento chatarra, ha sido sólo a petición de una memoria
afectiva, ya que en el momento en que lo estoy comiendo me doy cuenta que ya no
encuentro el mismo placer en ese tipo de comida y al poco rato, me duele el cuerpo, me hincho, ando más pesada. No vale la pena :)
Si decides hacer un ayuno prolongado, es muy importante contar con el apoyo de las personas que te rodean y también, asesorarte con personas que sepan supervisar este tipo de terapias.
Por último, debo comentar que el miedo a sentir hambre durante el ayuno no está fundado, ya que cuando dejamos de comer por varias horas, nuestro organismo SABE que es momento de ayunar y la sensación de hambre desaparece. Y entramos en un estado de mucha calma. Todas tus acciones serán más lentas y fluídas. No se sufre durante el ayuno.
Cuando empezamos a sentir hambre de verdad, quiere decir que es hora de volver a alimentarnos y partir con frutas jugosas, bien masticadas, o jugos de éstas, es la mejor decisión. ¡¡Y vas a ver cuánto disfrutas y valoras el volver a comer alimentos naturales y frescos!! Pura vida ;)